Querid@:
Si te hubieses perdido la práctica mindfulness del viernes 3 de junio, te invito a ver el vídeo completo en uno de nuestros canales BYENDO Instagram o YouTube o a escuchar el podcast que aquí te comparto.
Tras la intervención de mi perra, he tenido unos días de mucho ajetreo, cansancio y emociones intensas que me han tenido algo desubicada. Ayer, después de una comida fantástica en casa de uno de mis mejores amigos, un profundo sentido de gratitud me ha permeado. En los últimos días, lidiando con mis estados emocionales, me había saltado por completo una de las prácticas que para mí son salvavidas sobre todo en los momentos más difíciles en los que todo me parece más oscuro de lo que es. Se me había "olvidado" dar las gracias, una práctica que intento desarrollar a diario. ¿Por qué? Porque sin que nos demos cuenta, la práctica de la gratitud se convierte en el antídoto vitamínico para todos los momentos desagradables y situaciones no placenteras. Y sola sin que nos percatemos, ella cumple su función de recordarnos la bendición que es esta vida y este corazón que late ofreciéndonos infinitas posibilidades. La gratitud es un ancla potente para cultivar la presencia y la felicidad en nuestra existencia.
Sin embargo, la gratitud no nace porque sí. La gratitud nos regala sus efectos bondadosos si la cultivamos. Y, como en todo, cuanto más la practicamos, más ella puede brotar y regalarnos sus efectos lumínicos. Hay varias formas, maneras y prácticas para poder nutrir nuestra gratitud. Hoy te comparto una práctica formal que puedes escuchar todas las veces que necesitas volver a la fuente de tu gratitud, tu corazón, y desde allí activarla.
En el día a día puedes también cultivarla haciendo algo que no requiere ni siquiera de mucho tiempo, sino simplemente apertura y predisposición de corazón: manifestarla a través de la escritura. Por la mañana recién despertado o por la noche antes de acostarte te invito a escribir en tu journal, agenda, móvil, post-it o donde sea, 3 cosas (puedes empezar con una y gradualmente llegar a tres) por las que te sientes agradecido. No se trata de apuntar "grandes sistemas", aunque si así te nazcan bienvenidos sean. Se trata de anclarse en cosas, momentos, experiencias, detalles, personas, gestos, acontecimientos concretos que te hayan pasado en el día, como por ejemplo la forma en la que te ha atendido la cajera en el supermercado, los juegos con tu mascota, el gesto amable de un compañero de trabajo, la sonrisa o la cortesía de un desconocido en el metro, una comida especial, el beso de las buenas noches de tu pareja o tu hijo, etc. Cualquier cosa por la que te sientas agradecido y haga bailar a tu corazón. La práctica es personal y es solamente para ti, así que permítete sentir y escribir cualquier cosa que sea significativa para ti, aunque surjan juicios o pensamientos respecto a lo que estás escribiendo y expresando.
Sé que probablemente muchos ya expresan su gratitud, pensándola, sintiéndola o dándole voz. Sin embargo, escribir tiene un poder sanador. Al escribir el subconsciente se hace consciente, la magia de las palabras transforma las cosas en realidad, haciendo que la expresión de la gratitud convierta nuestro ordinario en extraordinario, abriéndonos camino hacia la felicidad.
Con toda mi gratitud por tu presencia desde mi corazón al tuyo.🙏✨🤍
Un abrazo cálido,
Melania de BYENDO
Cuando una mujer se mueve, todas avanzan. Cuando una mujer sana, todas sanan."✨
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